Losing my religion
Me encantaría poder perder una religión como los buenos de los chicos de R.E.M.
Pero para perder algo primero hay que encontrarlo. Calculo que todo este blog y gran parte de mis pensamientos diurnos son en dirección de encontrar esa "religión" (la otra parte de los pensamientos diurnos se ocupan sin mucho exito de interpretar o ahuyentar las pesadillas nocturnas).
En algo hay que creer. Yo antes no creía en eso pero por algo se empieza: creo que hay que creer en algo.
Me persigue una frase : acto de fe. Fe. Palabra Fea, me hace acordar al Papa, a mis compañeras de colegio tomando la primera comunión, a estar en una iglesia moviendo los labios como si supiera lo que hay que decir, a las tortas de primera comunion, a no comer esas tortas a ver si me tragaba alguna ostia y me moria calcinada porque no me habia confesado.
Pero un acto de fe no es lo mismo que simplemente Fe (tampoco es lo mismo que Telefe, pero eso me parece que queda claro), que tener fe. Tener fe es como algo dado, como algo que está, que nos excede. Y un acto, es una acción, no es algo que nos pasa, es algo que uno hace. Creo que todos los días emprendemos pequeñísimos actos de fe: el colectivo va a venir, antes o despues pero va a venir. Si no confiaramos en eso ¿para que lo esperamos? Lo esperamos porque hay un acto de fe de nuestra parte, no porque todos los días venga el colectivo significa que hoy va a venir, podríamos esperar para siempre en la parada. También es bueno saber cuando abandonar ese acto de fe y empezar a caminar, confiando en que nuestras piernas nos llevaran, incluso en un día como hoy, bajo la lluvia, a dónde queremos ir.